Me gustaría
compartir con vosotros/as un cambio que
se ha producido en mi vida familiar.
Seguramente algunos se sentirán identificados con lo que escribo a continuación
y otros pensarán que son pamplinas.
A raíz de acudir a grupos de crianza y de formarme en pedagogías alternativas.
Empecé a escuchar conceptos nuevos, que no había oído nunca ni en mis 5 años de
universidad, ni en los tantos que llevaba trabajando en centros
educativos.
Disciplina
positiva, acompañamiento emocional, acompañar el llanto del bebé, escucha
activa, crianza respetuosa…
Por disciplina positiva se entiende la
doctrina o la enseñanza que ayuda a entender la conducta inadecuada de los
niños, promueve actitudes positivas hacia los niños y les enseña a tener buena
conducta, responsabilidad y destrezas interpersonales por medio del uso de los
principios de generosidad, estímulo y respeto mutuo.
Todo me
sonaba a chino, empecé a leer libros que me recomendaban, cuando comienzas a
leer sobre un tema que es radicalmente diferente a lo que uno ha vivido y
estudiado, al principio estas un poco escéptica, piensas “como se les va la pinza” … pero
según vas leyendo, hablando con otros padres y profesionales y observas como
hablan y tratan a sus hijos. Entonces esos bloqueos empiezan a romperse y poco
a poco se van modificando los esquemas e ideas. Es un proceso, como todo, del
que no se termina nunca de cambiar y aprender.
Mi fuente
más poderosa de aprendizaje es la observación de otras mamás, que manejan esta
forma de comunicarse de una manera tan natural con sus hijos. Luego
evidentemente hay libros muy buenos que me han ayudado mucho a entender y a
cómo actuar.
Pero aunque
en el plano teórico he cambiado mucho, en el práctico, me resulta mucho más
difícil. ¿No sé si os pasa igual?
Voy a poner
varios ejemplos para que se entienda: en
un momento de estrés, con las prisas de salir al cole y a trabajar, con la hora
justa, ahí, es cuando se me olvida todo, yo , sola con
los tres peques , las prisas…y acabo recurriendo a lo de siempre… gritos. Es
después, cuando llega la calma, cuando pienso, tendría que haber hecho esto o
esto y me siento fatal.
O cuando mi
hija me monta una pataleta, de repente, sin haberme dado cuenta. Se que ahí es
donde tengo que reconocer sus
sentimentos, favorecer una escucha activa… y a veces lo hago, y me ha
funcionado, pero no siempre. Porque me dejo llevar por el estrés del momento, el
cansancio, no recuerdo bien como era las formulas que había que utilizar ( para mi son elemento de estudio porque
reconozco que me comunico fatal).
Así que he
decidido tomar algunas medidas que me faciliten que poco a poco, porque claro,
Roma no se construyo en un día, ir cambiando pautas en la comunicación
familiar.
Yo tengo un
libro de cabecera, es el más práctico y el que me resulta más útil, seguro que
lo conocéis, “ Aprende a hablar a tus hijos para que te escuchen , y aprende a escuchar a tus
hijos para que te hablen”.
Me he hecho
una especie de chuleta con los puntos y estrategias que hay que hacer en cada
situación. En vez de intentar llevar todo a la vez, porque no da resultado. Voy
a ir poco a poco, cuando consiga automatizar unas, pasaré a otras.
Me pegaré el
esquemita en varios sitios de la casa,
así cuando pase por ahí lo leeré, lo recordaré e intentaré ponerlo en práctica
en el día a día. Sólo centrándome en eso, lo hice con el primer esquema y el
resultado fue muy bueno, he continuado
con el segundo.
1º esquema: Reconocer los sentimientos a través de la escucha activa.
1.
Identificar los sentimientos del niño y verbalizarlos. Ej;
Pareces muy desilusionado, te veo enfadado…. ¿Me lo quieres contar?
2.
Reconocer los sentimientos con palabras. Ej:¡
oh!, ya veo, ajá…
3.
Conceder al niño sus deseos en la fantasía; Ej:
sería increíble tener un lápiz mágico
que no cometiese faltas, ¿verdad?
4.
Aceptar los sentimientos sin dejar de censurar el mal comportamiento. Ej:
Estas tan enfadado por lo que ha pasado
que no paras de dar patadas a los muebles, eso no lo puedes hacer, si quieres
puedes dar patadas a la pelota en el jardín.
2. Esquema: Propiciar la colaboración
1. Describe el problema ej: hay manchas de pintura por todo el suelo
de la habitación.
2. Da información ej: la pintura se limpia mejor si está húmeda, cuando se seca cuesta
mucho más esfuerzo y tiempo quitarla.
3. Da opciones para que escoja ej:
Lo puedes limpiar con un paño mojado o con una esponja, ¿cómo lo vas a hacer?
4. Expresa suscitamente ej:¡pintura!
5. Expresa sus sentimientos ej: No me gusta ver el suelo manchado.
De esta
manera, como todo lo imitan, aprenderán a respetar la opinión de los otros, sin
enfadarse . Mis hijos muchos de sus conflictos y peleas es porque no aceptan
que el otro quiera hacer otra cosa. Desde que he comenzado a modificar mi forma
de comunicarme, el nivel de crispación ha
bajado muchísimo. Evito muchas rabietas y colaboran más (lo que
tradicionalmente se entiende por obediencia). Todo es mucho más relajado y
fácil, a medida que más utilizo las formulas de escucha, me resulta más
sencillo ir incorporándolas a mi vida diaria.
Para mí el
cambio ha sido muy positivo, ¿cual es vuestra experiencia en vuestro hogar? ¿ Conocéis
esta forma de educar? ¿ qué resultados os da?
Muy interesante el tema Eva! La verdad no puedo decir mucho, porque me gustaría ponerlo en práctica, pero me pasa como a ti, a veces las prisas y algunas situaciones me desbordan y no actuo bien yo....pero no creo que sean pamplinas lo de la inteligencia emocional, ni la disciplina positiva, sabes si hay cursos o algun tipo de formación para padres? Me vendría fenomenal porque a mi hija Sabrina le cuesta bastante aceptar que no todo puede ser como ella quiere, es muy mandona, un poco de mal genio, la tolerancia a la frustración, saber esperar y respetar al hermanito....sigo trabajando en ello, pero a veces siento que me faltan herramientas, en vez de repetir siempre lo mismo...Gracias x informarnos y hacernos reflexionar! Paula
ResponderEliminarMe ha encantadooo!! Y con tu permiso me lo copiaré y como tu me lo colgaré por toda la casa! Jeje. La teorica es muy facil cuando estas serena, pero cuando los nervios están a flor de piel olvidas muchas cosas que en el fondo sabes. Yo tambien he cambiado mucho el paradigma de la educación desde que soy madre (y sobre todo madre blogera).
ResponderEliminarUn besazo
A mi también me ha gustado mucho esta entrada. Yo también estoy trabajando en ello. Y todo consejo es bienvenido. Muchas veces, por el trabajo, cansancio, etc. me cuesta mucho mantener la calma. Pero después viene la peque (tiene 32 meses), se abraza a mi pierna y me dice: te quiero mucho mami. Y se me olvida todo el estrés :-)
ResponderEliminarMuchas gracias por compartirlo. Me pasa lo que a ti, en la teoría lo tengo clarísimo, me falla la práctica. Tengo ese libro, mañana mismo lo cojo y me pongo con ello. Me gusta tu planteamiento.
ResponderEliminarGracias a todas por vuestros comentarios, veo que somos muchas en la misma linea. Un besote
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