1. Permitirles hacer todo aquello que pueden hacer por sí solos.
Esto que a priori puede parecer de cajón, cuando estamos en
el día a día, no solemos hacerlo porque
tenemos prisa, porque queremos que salga perfecto… para que las cosas se
aprendan y se conviertan en hábitos hay que practicarlas.
Por ejemplo: hacer la cama, recoger sus juguetes, limpiarse los zapatos,
poner y quitar la mesa, preparar su mochila del cole…
A medida que
las van haciendo se van asumiendo como
rutinas propias, lo que al principio costaba un rato largo luego lo van
haciendo en un par de minutos. Ellos al mismo tiempo se van haciendo conscientes de la importancia de
hacer las cosas por sí mismos, su autoestima se va reforzando.
2.
Facilitar las cosas para que hagan las cosas por sí mismos.
Muchas veces como adultos tenemos nuestros trucos para
recordar hacer las tareas o nuestras rutinas, para ello nos lo facilitamos poniéndolas a
mano o a la vista. Con nuestros hijos ocurre igual. Si les ayudamos a crear
rutinas, lugares fijos para dejar las cosas como por ejemplo: la mochila del cole. Les ayudará mucho para que cuando
vean esos objetos se acuerden de hacerlas por sí mismos. En nuestra casa la estética
es lo de menos, buscamos la funcionalidad y para ello tiene que estar todo
adaptado a nuestras necesidades y altura de los peques.
Por ejemplo: Para que
se acuerden de limpiarse los zapatos antes de ir al cole, hemos puesto el
botecito en un lugar visible en el baño
a su alcance. Tenemos la rutina de pasar
por él antes de salir de casa, para cepillarse
los dientes, perfumarse y hacer pis. Ahí
cuando lo ven, se acuerdan y se repasan los zapatos aunque estén puestos. Eso no quita, que muchos días tenga que recordarlo, pero lo
hacen ellos de manera autónoma. Como podéis
ver, de esta manera ganamos tiempo todos y yo tengo menos carga.
3. Delegar en nuestros hijos cosas que sabemos que son capaces de
hacer por sí mismos.
Tenemos que tener claro
que somos un equipo, hay un capitán que dirige y organiza, pero todos
colaboramos, y el resultado es consecuencia del trabajo de todos.
Si hay que hacer varias
cosas antes de salir de casa, se pueden repartir las tareas. Hacer algún
pequeño calendario con las tareas adaptando a cada edad. Cuando son varios, es
muy importante delegar a algún hijo la
tarea de ayudar a otro.
Por un lado le estas
trasmitiendo que confías en él, que sabes que es capaz de hacerlo y de enseñar
a su hermano. Esto es una inyección de autoestima increíble. Además de
fortalecer los lazos afectivos y de comunicación.
Por otro lado, al
delegar, tenemos más tiempo para dedicarlo otra tarea o al bebé si lo hubiese.
Hay que tener cuidado
cuando delegamos, hay que hacerlo con todos, que no sea siempre el mismo porque
si es de esa manera, le estamos etiquetando o dando un roll que no le
corresponde. Todos tienen algo que pueden ayudar o enseñar a un hermano. Hay que
observar y potenciar eso para que entre ellos se establezcan unas relaciones
fraternales sanas, fuertes y duraderas.
¿Cómo os organizáis vosotros cuando tienes varios hijos?
¿ Habéis probado alguna cosa de las que recomiendo?
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Un besote
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